Y digo yo, si todos nacemos con esa inquietud, porqué desde pequeñitos nos van minando nuestra curiosidad a base de inyectarnos miedos y temores. Debemos tener algún gen atrofiado que nos hace transmitir a nuestros menores todo tipo de historias que poco bien pueden hacerles e incluso llegarlos a traumatizar. Me estoy poniendo muy dramático... pero os habéis parado a pensar que tanto nos habrán podido afectar historias como:
LOS CUENTOS INFANTILES
Bambi, ¡por dios! matan a tiros su madre, se queda sólo, desprotegido, y el padre... ¿dónde está?

Pulgarcito, más de lo mismo.
Blancanieves, celos y envidia por un tubo.
La Cenicienta sufrimiento, desprecio...
Caperucita Roja, engaño, miedo.
El Patito Feo, rechazo, aislamiento, soledad... seguro que todos sabéis alguno más.
Esta claro que algunos e incluso los anteriores transmiten también valores positivos, como la autoestima, el afán de superación, la valentía, la bondad, el esfuerzo.... pero yo al menos en mi infancia no supe encontrarlos, me quedaba en el miedo y en los temores a que me ocurriera algo parecido a mí.
Por último apreciados Lectores, portaros bien, que si no ¡¡os llevará el coco!! el coco, el coco... quién coño será ese tipo... pero de pequeño acojona... y es que en el fondo somos tan vulnerables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
dime lo que piensas...